Espejos en el laberinto
- Obtener enlace
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Narciso
miraba su reflejo cristalino y difuso en el agua. Cuanto más miraba,
más se enamoraba de su sombra. Y cuanto más se enamoraba, más
moría. Su alma se iba alejando de esta realidad, flotando hacia el
inframundo de las aguas, hacia el sueño de los embriones dormidos.
El
mito del espejo en el espejo del mito, un reflejo del inconsciente de
la Historia transmitido entre susurros por los hijos de los días y
las hijas de las noches. Las sombras de un alma numinosa que palpita
escondida en la niebla y canta sobre el río al atardecer.
En
el laberinto están los espejos.
Allí
no sirven las brújulas, ni los mapas, ni las cerraduras.
Allí
no sirve despertar.
Allí
no sirve huir del Minotauro.
Pues
el laberinto eres tú. Los enigmas que encontrarás son símbolos que
sólo tú podrás interpretar. Cada ser humano vaga por su propio
laberinto en el que vive todas las noches, en el que muere todos los
días... en ese otro mundo que no podemos recordar.
- Obtener enlace
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones